Tetra Cardenal
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El Paracheirodon axelrodi, llamado cariñosamente tetra cardenal, es como una joya tropical con luces de neón que nunca se apagan…
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El Paracheirodon axelrodi, llamado cariñosamente tetra cardenal, es como una joya tropical con luces de neón que nunca se apagan. Originario de las aguas negras y tranquilas de la cuenca del Orinoco y del Río Negro, en Sudamérica, este pez es uno de los favoritos en el mundo de la acuariofilia por su color impresionante y su carácter pacífico. Si tu acuario fuera una fiesta, el cardenal sería el invitado elegante que llama la atención sin decir una sola palabra.
Apariencia: pura pasarela de luces
El tetra cardenal es un auténtico espectáculo visual. Su cuerpo es esbelto, de unos 3 a 5 cm de largo, adornado por una franja horizontal azul neón que parece luz LED, acompañada de una banda roja intensa que se extiende desde la cabeza hasta la cola. A diferencia de su primo, el famoso tetra neón, el cardenal lleva esa franja roja de principio a fin, como si se hubiera puesto un traje de gala sin escatimar en color. Bajo la iluminación adecuada, parece un mini rayo láser nadando.
Personalidad: paz total
Si buscas un pez pacífico para un acuario comunitario, el cardenal es de los mejores candidatos. Es tranquilo, sociable y cero conflictivo. Nada en grupos compactos y se siente feliz en cardúmenes de al menos 10 individuos, aunque cuanto más grande el grupo, más espectacular el efecto visual. Cuando nadan en sincronía, es como ver una aurora boreal en miniatura: un espectáculo hipnótico que no necesita filtros de Instagram.
Requisitos del acuario: un pedacito de Amazonas
Para que el cardenal luzca en todo su esplendor, necesita un acuario que imite su hogar amazónico. Un tanque de mínimo 80 litros es ideal para un grupo decente. Lo importante es que el entorno sea plantado, con zonas sombreadas, raíces y troncos que proporcionen refugio. Prefieren una iluminación tenue o difusa, ya que en la naturaleza habitan aguas negras y ríos cubiertos de vegetación, donde la luz del sol entra filtrada.
En cuanto al agua, aquí sí se ponen un poquito exigentes:
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Temperatura: entre 24 y 28 °C.
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pH: ligeramente ácido, entre 4,5 y 6,5.
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Dureza: muy baja.
El agua debe ser blanda y bien filtrada, con cambios regulares para mantener la calidad. No es complicado, pero hay que mimarlos un poco: al cardenal no le gustan los ambientes duros ni las aguas con demasiados minerales.
Alimentación: comensal elegante
El tetra cardenal es omnívoro y bastante fácil de alimentar. Come escamas de buena calidad, microgránulos, artemia, daphnia y larvas de mosquito. Aunque no es exigente, una dieta variada mantiene sus colores vibrantes y su energía al máximo. No necesita banquetes, pero sí una rutina de pequeñas porciones varias veces al día, como si fueran tapas de lujo.
Reproducción: el gran desafío
Aquí viene el giro de la historia: reproducir cardenales en casa no es tarea sencilla. Son ovíparos, y en la naturaleza desovan en aguas extremadamente blandas y ácidas. El macho corteja a la hembra en un elegante baile, ella libera los huevos entre las plantas y… fin de la película romántica. Los padres no cuidan las crías, y los huevos son sensibles a la luz, así que se recomienda mantenerlos en la oscuridad.
Si logras criarlos, ¡felicitaciones! Pocos aficionados lo consiguen sin equipo especial. Es como ganar un premio de acuarista avanzado.
Un dato de ciencia y fama
El cardenal es tan popular que miles de ejemplares se exportan cada año, pero hoy en día muchos criadores en cautiverio han reducido la presión sobre las poblaciones silvestres. Aun así, los ejemplares salvajes siguen siendo muy apreciados por sus colores especialmente intensos.
En resumen
El tetra cardenal es una de las joyas más espectaculares que puedes tener en tu acuario. Con su franja azul neón y rojo encendido, su comportamiento pacífico y su elegancia natural, es perfecto para acuarios comunitarios plantados.
Es el pez que convierte cualquier tanque en un pedacito de Amazonas lleno de luces de fiesta. Pacífico, hermoso y fascinante, el cardenal es el compañero ideal para quienes quieren un acuario que deslumbre sin dramas. En otras palabras: ¡un rayo de neón con corazón amazónico!
Peso | 100 g |
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